Starbase, anteriormente una instalación de lanzamiento de SpaceX en el sur de Texas, se ha convertido oficialmente en una ciudad incorporada después de una votación desequilibrada por parte de los residentes, la mayoría de los cuales son empleados de SpaceX. Los tres candidatos que compiten para liderar la nueva ciudad tienen fuertes lazos con SpaceX y se presentan sin oposición. Este movimiento consolida la influencia de Elon Musk sobre la zona, generando preocupaciones entre los críticos sobre el control corporativo, el impacto ambiental y el acceso público restringido a playas y parques locales. Los partidarios lo ven como un paso adelante para la exploración espacial y el desarrollo económico en la región. El desarrollo destaca la creciente intersección entre la empresa privada y la gobernanza local.
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